En el año 1936 el fascismo mató a Federico García Lorca. Con 38 años tuvo tiempo de convertirse en el dramaturgo más importante de la historia de España. Mantener vivo su recuerdo entre las generaciones más jóvenes es un trabajo necesario para frenar el neofascismo que vuelve a amenazar a Europa y España.

La historia pasional de 'Bodas de Sangre', que se actualiza y revive de nuevo hoy día, sirve de pretexto para explicar, también, la vida y la muerte del propio Lorca.

Un espectáculo donde la palabra se acompaña y se sostiene a través del canto, la música electrónica, el cuerpo y el movimiento.